martes, 8 de abril de 2014

Juan 2:1-12 – El primer milagro de Jesús

Tres días después de que Jesús ha estado reclutando a sus primeros discípulos, él y su familia junto con sus discípulos son invitados a una boda. Lo que allí sucede marca el inicio del ministerio público de Jesús.

Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús se encontraba allí. También habían sido (Fueron) invitados a la boda Jesús y sus discípulos.

Las personas que se casaban debieron haber sido o familiares o amigos cercanos de Jesús y su familia. Es interesante que el ministerio de Jesús inicie en medio de una boda, ya que constantemente el contexto del matrimonio está presente a lo largo de toda la Biblia: En Génesis todo inicia con una boda; a lo largo del Antiguo Testamento se mencionan varias bodas importantes (Isaac y Rebeca; Jacob y Lea; Salomón y la sunamita) y el final en Apocalipsis encontramos que todo termina también con una boda: la boda del Cordero y su eclesia. El concepto de la boda es el concepto de un pacto entre dos personas. El hecho de que Jesús inicie su ministerio durante una boda, nos recuerda que él vino para recordarnos de su pacto eterno con su iglesia. Este contexto también explica la reacción de Jesús cuando su madre le hace en siguiente comentario:

Cuando el vino se acabó, la madre de Jesús le dijo:
—Ya no tienen vino.
—Mujer, ¿eso qué tiene que ver conmigo? (Y le dijo Jesús a ella: ¿Qué yo y qué contigo?) —respondió Jesús—. (Mujer,) Todavía no ha llegado mi hora.

Normalmente un una boda a la persona a la que se le avisaba sobre el vino acabándose era al encargado de la boda o al novio. Cuando María se dirige a Jesús con esa petición, prácticamente lo está colocando en la posición del esposo. No sabemos si María entendía el significado de Jesús como novio de la iglesia cuando le dice esto, pero la reacción de Jesús deja claro que él si sabía a lo que se refería ella, y le deja claro que su tiempo de morir para cerrar el pacto de las bodas con su eclesia no había llegado todavía. María sencillamente ignora la respuesta de Jesús y le ordena a los sirvientes que hagan todo lo que Jesús les diga.

Su madre dijo a los sirvientes (gr. diakonos – el que atiende a la mesa):
—Hagan lo que él les ordene (diga).
Había allí seis tinajas de piedra, de las que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada una cabían unos cien litros. (Lit. entre dos y tres metretas – entre 75 y 115 litros).
Jesús dijo a los sirvientes (Jesús les dijo):
—Llenen (completamente) de agua las tinajas.
Y (los sirvientes) las llenaron (completamente) hasta el borde.
(Y les dijo:) —Ahora saquen (un poco) y llévenlo al encargado del banquete —les dijo Jesús.
(Lo llevaron) Así lo hicieron. El encargado del banquete probó el agua convertida en vino sin saber de dónde había salido, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Entonces (el encargado del banquete) llamó aparte al novio y le dijo:
—Todos sirven primero el mejor (buen) vino, y cuando los invitados ya han bebido mucho (ya están borrachos/intoxicados), (entonces sirven) el más barato (menos bueno); (pero) tú has guardado el mejor vino hasta ahora.

Jesús le da ciertas órdenes a los sirvientes, las cuales ellos cumplen a cabalidad, y como resultado ocurre un milagro: el agua se convierte en vino, y no en cualquier vino, sino en el de mejor calidad. Hay varias cosas que podemos aprender de este pasaje:
  1. Jesús no busco hacer un milagro público o frente a las personalidades más importantes de la boda. Él sencillamente obedeció a su madre y prefirió que fuera entre las personas más sencillas de la boda y sus discípulos. Con ello no solo honor a su madre como hijo, sino también a los sirvientes al darles el privilegio de ser los primeros en darse cuenta que hubo un milagro.
  2. El milagro que Jesús realizo, no requirió de la fe de los sirvientes. Ellos no sabían que pasaba y solo siguieron órdenes. Solo se dieron cuenta del milagro después de que el encargado de la fiesta probó el vino y le hizo el comentario correspondiente al novio. El milagro sucedió por la fe y autoridad de Jesús solamente.
  3. Algunas personas usan este pasaje para decir que Jesús patrocina el tomar trago, ya que hizo el vino. Jesús patrocino el gozo de la celebración de bodas, no el vino para emborracharse. La boda hubiera sido un desastre si el vino se termina antes de tiempo. Ahora, tampoco es que el tomar vino nos haya sido prohibido. Lo que la Biblia enseña al respecto no es que debemos dejar de tomar (a menos que seamos alcohólicos… en ese caso, si no debemos tomar bebidas alcohólicas de ningún tipo), sino que Pablo y también Jesús después dejan claro que lo que no es bueno es el emborracharse o serle tropiezo a alguien con esta práctica. En algunos países europeos por ejemplo es una práctica cultural el acompañar las comidas con vino. Prohibirlo por razones religiosas seria completamente contraproducente.
Ésta, la primera de sus señales (milagros), la hizo Jesús en Caná de Galilea. Así reveló (hizo aparente) su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

Aquí vemos que Juan nos deja claro que este fue el primero de los milagros de Jesús, lo que descarta las historias de que Jesús haya hecho algún tipo de milagro cuando niño o joven. También vemos acá el objetivo de ese milagro: darse a conocer a sus discípulos como el Hijo de Dios y revelarles su gloria, ya que hasta acá solo le conocían como otro ser humano más que era su maestro y profeta. Según Juan, desde este momento sus discípulos creyeron en él.

Después de esto Jesús bajó (descendió) a Capernaúm con (y) su madre, (y ) sus hermanos y sus discípulos, y se quedaron allí unos (no muchos) días.

Juan nos relata también que después de esa boda, Jesús va a Capernaúm acompañado de su madre, sus hermanos y sus discípulos. Esto significa que posiblemente sus hermanos también habían sido invitados a la boda, lo que hace que sea más factible que la boda haya sido de algún familiar de ellos.

Otra cosa que vemos acá, es que –contrario a la enseñanza católica- María tuvo otros hijos con José, después de Jesús. En otro pasaje más adelante vemos que no solo tuvo hijos, sino también hijas con José.

José no se menciona en estos pasajes, por lo cual asumimos que para ese entonces ya José había fallecido y María era viuda, estaba sola con los hermanos y hermanas de Jesús y debía tener entre 45 y 50 años de edad, lo cual explica que estén viajando de un lugar a otro junto con él. En la tradición judía, cuando el padre de alguien moría, el hijo mayor se encargaba de la casa. Antes de iniciar su ministerio, Jesús lo hacía asumiendo el trabajo de su fallecido padre, la carpintería; pero al iniciar su ministerio, que era un ministerio andante, se lleva consigo a su familia para seguir haciéndose cargo de ellos.

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