domingo, 17 de septiembre de 2017

Mateo 8:1-17 – Jesús tiene autoridad sobre las enfermedades


Después que Jesús termina de enseñar en el monte, baja para seguir su camino, pero mucha gente le sigue todavía. Jesús usa este tiempo para demostrar su autoridad sobre las enfermedades y cumplir una profecía de Isaías.

Paralelos: Marcos 1:40-45; Lucas 5:12-14

Cuando Jesús bajó (descendió) de la montaña, lo siguieron (acompañar, ir por el mismo camino) grandes multitudes. Un hombre que tenía lepra se le acercó y se arrodilló (adorar; lamer la mano de su dueño, como un perro) delante de él.

―Señor, si quieres (deseas, te complace), puedes (eres capaz de) limpiarme —le dijo.

[Jesús] extendió la mano y tocó al hombre.

―Sí quiero (deseo, me complazco) —le dijo—. ¡Queda limpio!

Y al instante quedó sano (limpio) de la lepra.

―Mira, no se lo digas a nadie (ninguna persona) —le dijo Jesús—; solo ve (retírate), preséntate (muéstrate) al sacerdote, y lleva (dale, entrega) la ofrenda (el sacrificio) que ordenó (estableció) Moisés (Levítico 13 y 14), para que les sirva de testimonio (evidencia).

¿Qué pasa cuando Jesús baja de la montaña? ¿Por qué le sigue tanta gente?

¿Por qué se arrodilla el leproso ante Jesús? ¿Qué le pide? ¿Qué declara?

¿Qué hace Jesús? ¿Por qué? Marcos: Jesús sintió compasión.

¿Qué pasa con la lepra?

¿Qué le ordena Jesús al hombre? ¿Por qué?

Marcos: El hombre cuenta todo y Jesús no puede entrar abiertamente a los pueblos.

Jesús le pide también que cumpla las normas religiosas de la época. ¿Por qué?

Según lo que dice Jesús, ¿quién estableció esas normas? ¿Por qué no dice Jesús que fue Dios – su Padre – quién estableció estas leyes? ¿Para quienes eran estas leyes? ¿Son todavía válidas para el resto de los creyentes?

Paralelo: Lucas 7:1-10

Al entrar Jesús (él) en Capernaúm, se le acercó un centurión (capitán romano de 100 soldados) pidiendo (invocando, implorando) [ayuda] (y diciendo:…).

Lucas: El centurión envía a unos ancianos, quienes le piden a Jesús que le conceda el pedido, pues el centurión les ha apoyado con su sinagoga. Después el centurión manda a unos amigos, pero no viene.

¿Por qué la incongruencia entre Mateo y Lucas? Lucas, como médico que era, fue probablemente más exacto con los detalles que Mateo. Mateo probablemente interpreta a los enviados como siendo directamente el centurión, debido a su autoridad y omite los detalles que Lucas incluye.

―Señor, mi siervo (gr. pais: esclavo o siervo, menor de edad) está postrado (tirado) en casa (gr. oikos: familia) con parálisis (paralítico), y sufre terriblemente (muy atormentado, torturado).

―Iré a sanarlo (liberarlo de la enfermedad) —respondió Jesús.

―Señor, no merezco (soy competente, digno de) que entres bajo mi techo. Pero (En cambio) basta con que digas [una sola] palabra (gr. logos), y mi siervo (gr. pais: esclavo o siervo, menor de edad) quedará sano (curado). Porque yo mismo soy un hombre sujeto a órdenes superiores (gr. exousia: autoridad, influencia delegada), y además tengo soldados bajo mi [autoridad]. Le digo a uno: “Ve (Viaja)”, y va (viaja), y al otro: “Ven”, y viene. Le digo a mi siervo (gr. doulos: esclavo): “Haz esto”, y lo hace.

¿Qué le pasa el siervo? ¿Por qué el centurión desea su sanidad? Lucas: el siervo estaba a punto de morir. El centurión lo estimaba mucho.

¿Qué le responde Jesús?

¿Por qué se opone el centurión a que Jesús vaya a su casa? ¿Cómo explica él su fe en la autoridad de Jesús?

Al oír esto, Jesús se asombró (maravilló) y dijo a quienes lo seguían (acompañaban, iban por el mismo camino):

―Les aseguro (De cierto/Amén les digo) que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta (tan vasta, tal cantidad de) fe (convicción). Les digo que muchos vendrán (llegarán, estarán presentes) del oriente (de dónde sale el sol) y del occidente (de dónde se pone el sol), y participarán (se sentarán, recostarán) [en el banquete] con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Pero a los súbditos (hijos) del reino (de la realeza) se les echará afuera (expulsará), a la oscuridad (exterior), donde habrá llanto (lamentación) y rechinar de dientes.

¿Por qué se asombra Jesús? ¿Qué no ha visto Jesús entre los judíos?

¿De qué en el reino de los cielos habla Jesús? ¿Qué dice sobre los presentes? ¿Por qué muchos judíos serán echados fuera del banquete? ¿Qué les falta?

Luego Jesús le dijo al centurión:

―¡Ve (Retírate)! Todo se hará (será generado, hecho) tal como (de la manera) creíste (en que has tenido fe, has confiado).

Y en esa misma hora aquel siervo (gr. pais: esclavo o siervo, menor de edad) quedó sano (curado).

¿Qué le dice Jesús al centurión? ¿Qué causó la sanidad del siervo? ¿Cuándo quedó sano?

Lucas: al llegar los enviados, encuentran al siervo sano.

Paralelos: Marcos 1:29-34; Lucas 4:38-41

Cuando Jesús entró en casa de Pedro, vio (supo) a la suegra de este en cama (tirada), con fiebre (ardiendo). Le tocó la mano y la fiebre (inflamación) se le quitó (se fue); luego ella (y) se levantó y comenzó a servirle (lo atendió).


Marcos y Lucas: Jesús se encontraba en una sinagoga antes de salir para donde Pedro. Lucas: la fiebre era muy alta. Jesús reprende la fiebre.


¿Qué implica el hecho de que Pedro tuviera una suegra? Solo de Pedro sabemos que estaba casado. No sabemos nada sobre su esposa. Puede que haya sido una de las mujeres que seguían a Jesús.  

¿Qué pasa cuando Jesús llega a casa de Pedro? ¿Qué tan mal estaba la suegra de Pedro? ¿Qué hace Jesús? ¿Qué hace la suegra después de ser sana?


Al atardecer (Cuando se volvió de noche), le llevaron (trajeron) muchos endemoniados, y con una sola palabra (gr. logos) expulsó (echó fuera) a los espíritus (demonios), y sanó (liberó – de enfermedad) a todos los enfermos (poseídos). Esto sucedió para que se cumpliera (completara) lo dicho por el profeta Isaías (Isa. 53:4):


«Él cargó  con (tomó) nuestras enfermedades (debilidades)
    y soportó (cargó, sostuvo, aguantó) nuestros dolores (enfermedades)».

¿Qué pasa en la casa de Pedro al atardecer? ¿Por qué la gente le lleva a los enfermos y endemoniados?

¿Cómo libera Jesús a la gente de los demonios y enfermedades? Según el texto, ¿hay enfermedades relacionadas a los demonios?

¿Qué profecía dada unos 500 años antes de Jesús se cumple según Mateo? ¿A qué momento en la vida de Jesús se refiere Isaías?

Marcos y Lucas: Jesús no deja hablar a los demonios porque sabían quién era. Lucas: Jesús sana poniendo las manos sobre las personas.

¿Cómo sanó Jesús, según Marcos y Lucas?

¿Qué nos dejaba Jesús que los demonios hicieran? ¿Por qué? ¿Cuál era el objetivo de que no declararan que él era el hijo de Dios? ¿No era luego eso a lo que había venido, para que todos supieran que él era el hijo de Dios?

domingo, 10 de septiembre de 2017

Mateo 7:24-29 – Conclusión del Sermón del Monte


Jesús concluye sus enseñanzas sobre los pilares del reino de los cielos hablando ahora sobre la importancia de poner en práctica lo aprendido.

Paralelo: Lucas 6:46-49


El paralelo de Lucas comienza con una pregunta clave para concluir el sermón del monte, especialmente dirigida a los religiosos: “¿Por qué me llaman ustedes ‘Señor, Señor’, y no hacen lo que les digo?”

¿Por qué inicia Jesús con esa pregunta? ¿Qué pasa cuando somos religiosos? ¿Cuál es la diferencia entre un religioso y un verdadero seguidor de Jesús?

¿Qué es lo que Jesús venía diciendo que debemos hacer?


»Por tanto, todo el que me oye estas palabras (gr. logos – razonamientos, la expresión divina de Dios) y las pone en práctica (hace) es como (lo compararé a) un hombre prudente (sabio, pensativo, discreto, sagaz en el sentido de cuidadoso) que construyó (ser arquitecto, constructor; construir) su casa (residencia; familia) sobre la roca. Cayeron las lluvias (Descendió la lluvia), crecieron los ríos (y vinieron las corrientes de agua), y soplaron (fuerte) los vientos y azotaron aquella casa (residencia, familia); con todo, la casa no se derrumbó (cayó) porque estaba cimentada (basada, consolidada, fundamentada, levantada) sobre la roca.


¿Con qué compara Jesús a quién ejecuta sus palabras? ¿Qué pasa con la casa del constructor sabio? ¿Por qué no cae?

¿Qué significado práctico tiene esta parábola? ¿Qué significa que la palabra ‘casa’ también signifique ‘familia’? ¿Cómo debemos construir nuestra familia?

¿A quién representa la roca? ¿Por qué ‘la roca’ debe ser nuestro fundamento?

¿Qué en la vida representan la lluvia y las corrientes de agua, y los fuertes vientos? ¿Por qué una casa fundamentada en Cristo puede sobrevivir a cualquier tormenta en la vida?


Pero todo el que me oye (oye de mi) estas palabras (gr. logos) y no las pone en práctica es como (similar a) un hombre insensato (tonto, estúpido, absurdo) que construyó su casa (residencia, familia) sobre la arena. Cayeron las lluvias (Descendió la lluvia), crecieron los ríos (y vinieron las corrientes de agua), soplaron (fuerte) los vientos y azotaron (dieron contra) aquella casa (residencia, familia). Esta se derrumbó (Y se cayó), y grande fue su ruina (caída, destrucción)».


¿Qué pasa con el que ignora las palabras de Jesús y no las pone en práctica? ¿Por qué llama Jesús insensato a esta persona?

¿Qué representa la arena? ¿Qué pasa con una familia cuyo fundamento es arena? ¿Por qué su destrucción es grande?

Cuando Jesús terminó (concluyó) de decir estas cosas (palabras; gr. logos), las multitudes se asombraron (estaban maravilladas) de su enseñanza (instrucción), porque les enseñaba como quien tenía (como teniendo, poseyendo – como quien tiene) autoridad (gr. exousia: poder, capacidad, competencia, habilidad, libertad, maestría, influencia delegada), y no como los maestros de la ley (escribas).


¿Qué pasó cuando Jesús terminó de hablar? ¿Por qué y de qué se maravillaban las multitudes? ¿Qué tenía Jesús que no tenían los religiosos?


¿Por qué los religiosos no tenían esa autoridad?

domingo, 13 de agosto de 2017

Mateo 7:15-23 – Los falsos profetas y falsos seguidores


Jesús concluye sus enseñanzas sobre los pilares del reino de los cielos advirtiendo ahora sobre los falsos profetas y seguidores que tratarán de tergiversar su mensaje y enseñanzas.


»Cuídense (tengan cuidado; guárdense) de los falsos (engañosos) profetas (pseudo-profetas, impostores que pretenden ser profetas/videntes). (, que) Vienen a ustedes disfrazados (vestidos) de ovejas, pero por dentro son lobos feroces (rapaces).


¿De qué advierte Jesús a los creyentes? ¿Por qué?
¿Con qué compara a los falsos profetas? ¿Por qué son tan peligrosos?
¿Qué pasa si nos dejamos llevar por el mensaje de falsos profetas?


Por sus frutos los conocerán (reconocerán). ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno (bello, valioso, virtuoso), pero el árbol malo (podrido, corrupto; sin valor) da fruto malo (hiriente, malévolo, vicioso – referido al carácter). Un árbol bueno no puede (ser capaz o posible) dar fruto malo (hiriente, malévolo, vicioso), y (ni) un árbol malo (podrido, corrupto; sin valor) no puede dar fruto bueno (bello, valioso, virtuoso). Todo árbol que no da buen (bello, valioso, virtuoso) fruto se corta y se arroja (echado) al fuego. Así que por sus frutos los conocerán (reconocerán).


¿Cómo se reconoce a un falso profeta?

¿Cuál es el fruto de un falso profeta? ¿Cuál el de uno verdadero?

¿Qué produce un mal fruto? ¿Qué uno bueno?

¿Por qué un buen árbol no puede producir un mal fruto? ¿Por qué un árbol podrido no puede producir un buen fruto?

¿Cómo diferenciamos un buen fruto de uno malo?


»No todo el que me dice: “Señor, Señor” (en el sentido de suprema autoridad), entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad (determinación) de mi Padre que está en el cielo.


¿Qué suelen decir también los falsos profetas? ¿Por qué no todo el que reconozca a Jesús como Rey y Señor entrará en el reino de los cielos? ¿Cuál es la condición clave para entrar al reino de los cielos acá?

¿Cuál es la voluntad, la determinación del Padre? ¿Cómo la  reconocemos y la cumplimos?


Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos (hablar inspirado, predecir eventos, ejercer el oficio profético) en tu nombre (carácter y autoridad), y en tu nombre (carácter y autoridad) expulsamos demonios e (y en tu nombre) hicimos muchos milagros (fuerza, especialmente poder milagroso)?” Entonces les diré claramente (asentir, reconocer): “Jamás (nunca) los conocí. ¡Aléjense (váyanse) de mí, hacedores de maldad (ilegalidad, violación de la ley)!”


¿De qué día habla Jesús? ¿Cuál es ‘aquel día’?

¿Qué dicen haber hecho estas personas en la autoridad de Jesús?

¿Por qué a pesar de haber profetizado, expulsar demonios y haber hecho milagros los rechaza Jesús?

¿Qué hacen realmente estas personas? ¿Dónde estaba el problema?

¿Qué es más importante que profetizar, echar fuera demonios y hacer milagros para evitar ser rechazados por Dios?

¿Por qué el que Jesús nos conozca es tan importante? ¿Cómo nos llega a conocer Jesús? ¿Qué hay que hacer para ello?

domingo, 6 de agosto de 2017

Mateo 7:13-14 – ¿La puerta estrecha o la ancha? ¿Qué camino escoges?


Jesús va llegando al final de sus enseñanzas sobre los pilares del reino de los cielos hablando ahora sobre la importancia del camino que escogemos para seguirle.


»Entren (imperativo – una orden, mandato) por la puerta (portón) estrecha (angosta).


¿Qué orden da Jesús a quienes le oyen?

¿Por qué les ordena entrar por la puerta estrecha? ¿Qué es la puerta estrecha a la que Jesús se refiere?


Porque es ancha (amplia – como una plaza grande) la puerta (portón) y espacioso el camino (la vía) que conduce (lleva) a la destrucción (ruina, pérdida física, espiritual o eterna), y muchos (son los que) entran por ella.


¿Qué otra puerta hay? ¿Cómo es esa puerta?

¿Qué hay detrás de esa puerta? ¿Qué características tiene el camino detrás de esa puerta?

¿Con qué se compara esa vía hoy en día? ¿A dónde termina llevando esa vía?

¿Por qué hay tantos siguiendo por esa vía? ¿Qué es lo que los atrae?


Pero (Porque) estrecha (angosta) es la puerta (portón) y angosto (apeñuscado, en el sentido de un camino tan angosto que los que van por él tienen que empujarse para poder pasar) el camino (la vía) que conduce a (hacia) la vida, y son pocos (en el sentido de diminuto, pobre, enclenque) los que la encuentran.


¿Cómo es descrita la otra puerta y la otra vía? ¿Hacia dónde nos lleva esa vía? ¿Con qué la podemos comparar hoy en día?


Jesús usa el verbo ‘encontrar’. ¿Por qué hay que buscar esa puerta y la otra no? ¿Por qué son pocos los que la encuentran?


En nuestro trajín de vida hoy en día, ¿con qué se pueden comparar las dos puertas y los dos caminos?


Muchos creyentes y muchas personas hoy se sienten atrapadas en un camino que les da todos los lujos y vida que soñaban, pero son infelices. ¿Por qué? ¿Qué nos está haciendo el tipo de vida (la vía) que llevamos? ¿A dónde nos está llevando al fin de cuentas? ¿Cómo nos liberamos del ‘sistema’ para poder encontrar la puerta estrecha e ir por el camino a la vida? ¿Cuál es el costo real de ir por el camino de vida angosto? ¿Cuál la recompensa?

viernes, 28 de julio de 2017

Mateo 7:7-12 – Pidan, busquen y llamen


Jesús va llegando al final de sus enseñanzas sobre los pilares del reino de los cielos hablando ahora sobre la importancia de pedir y expresar lo que deseamos.

Paralelo: Lucas 11:1-13


Lucas comienza mostrando que Jesús también pasaba tiempo orando.


¿Qué pregunta motiva en los discípulos el ejemplo de Jesús? ¿Qué desean aprender? ¿Quién oraba también y le enseñó a sus discípulos?


¿Cómo les enseña Jesús a orar? Comparar con la enseñanza en Juan sobre la oración.


Después de la oración, ¿con qué continua Jesús? ¿Qué quiere enseñarles con esa parábola?


¿Cuál es el objetivo final de la enseñanza? ¿Por qué/quién debemos pedir?


»Pidan, y se les dará; busquen (con violencia, desespero), y encontrarán; llamen (a la puerta; golpeen a la puerta), y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe (toma); el que busca (con desespero), encuentra; y al que llama (a la puerta), se le abre.


¿Qué nos dice Jesús que hagamos? ¿Por qué?


¿Qué pasa cuando pedimos? ¿A quién le pedimos?


¿Qué pasa cuando buscamos? ¿Cómo debemos buscar? ¿Qué debemos buscar?


¿Qué pasa cuando golpeamos a la puerta? ¿De qué puerta habla Jesús? ¿A qué puerta debemos golpear?


¿Cuál es la enseñanza general de esto que dice Jesús? ¿Qué tiene que ver todo esto con la oración?


»¿Quién de ustedes (Quién hay de ustedes hombres (seres humanos) que), si su hijo le pide (su) pan (molde de pan), le da (pasa) una piedra?  ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente?  Pues si ustedes, aun siendo malos (malvados, pecadores), saben dar cosas (regalos, presentes) buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará [cosas] buenas (lo bueno) a los que le pidan!


¿Con qué/quién compara Jesús el dar? ¿Qué hace un padre cuando sus hijos le piden algo?


¿Por qué, aunque somos malos, le damos cosas buenas a nuestros hijos?


¿Con quién compara Jesús esta acción de paternidad? ¿Qué nos dará el Padre cuando se lo pedimos, según Mateo? ¿Qué es lo ‘bueno’ según Lucas? ¿Por qué es tan importante que el Padre nos dé el Espíritu Santo?


(Por lo tanto, todo lo que quieran que les sea hecho a ustedes por los seres humanos, en la misma manera háganle ustedes) Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas.


¿Con qué concluye Jesús? ¿Qué tiene que ver con el tema de la oración y el pedir?


¿Por qué debemos tratar a los demás, tal y cómo queremos ser tratados por ellos? – Ley de la siembra y la cosecha.

miércoles, 19 de julio de 2017

Mateo 7:1-6 – Sobre el juzgar a los demás


Jesús va llegando al final de sus enseñanzas sobre los pilares del reino de los cielos hablando ahora sobre el juzgar a otros.

Paralelo: Lucas 6:37-42


»No juzguen (hacer distinción/decidir; juzgar, condenar, castigar) [a nadie], para que nadie los juzgue (hacer distinción/decidir; juzgar, condenar, castigar) a ustedes. Porque tal como juzguen (Porque con la decisión que distingan/decidan/juzguen así) se les juzgará (hacer distinción/decidir; juzgar, condenar, castigar), y con la medida que midan [a otros], se les medirá a ustedes.

¿Qué no debemos hacer y por qué? Además de juzgar, ¿qué otras cosas agrega Lucas?

¿Por qué es importante no juzgar ni condenar a otros? ¿Qué relación tiene esto con perdonar y con dar? ¿De qué tipo de dar habla Lucas? ¿Qué tiene que ver el dar con el medir? ¿Quién es quién nos mide?

¿Cómo se relaciona la parábola del ciego guiando a otro ciego con todo esto? ¿Qué tiene que ver la comparación entre el aprendiz y su maestro?

»¿Por qué te fijas (ves) en la astilla (rama chiquita seca, paja pequeña) que tiene tu hermano en el ojo (visión), y no le das importancia (observar completamente) a la viga (de madera) que está en el tuyo (en tu ojo)? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte (echar fuera) la astilla del ojo”, cuando ahí tienes una viga en el tuyo? ¡Hipócrita (un actor siguiendo un carácter asumido)!, saca (echa fuera) primero (primeramente) la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad (ver completamente; recuperar la visión total) para sacar (expulsar) la astilla del ojo de tu hermano.


¿Qué son las astillas en el ojo del otro y la viga en el nuestro? ¿Por qué tendemos a fijarnos más en los errores de los demás que en los nuestros? ¿Cómo debemos actuar correctamente si vemos ‘una astilla’ en el ojo de nuestro hermano?


¿Qué tiene que ver esta comparación con el juzgar y medir a otros?


»No den lo sagrado (físicamente, puro, moral y religiosamente sin culpa, consagrado ceremonialmente) a los perros, [no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen]; ni echen sus perlas (frente) a los cerdos, no sea que las pisoteen (rechazar con desprecio) bajo sus pies y se vuelvan y te rompan (quebranten, desgarren).


¿Qué relación tiene este pasaje con el tema anterior de juzgar y medir?


¿De qué tenemos que cuidarnos y por qué?


¿Qué es lo sagrado y las perlas? ¿Qué los perros y los marranos?


¿Qué pasa cuando damos lo sagrado y las perlas a los perros y marranos? ¿Qué sugiere Lucas para estos casos?

 

martes, 7 de febrero de 2017

Mateo 6:19-34 – El sermón del monte: Aprendiendo a confiar en Dios y no depender de las riquezas



Jesús continúa con sus enseñanzas sobre los pilares del reino de los cielos hablando ahora sobre el dinero y la confianza en Dios.


»No acumulen (amasar, reservar) para sí tesoros (depósito, riquezas) en la tierra, donde la polilla y el óxido (comer, carcomer) destruyen (corrompen, consumen), y donde los ladrones se meten (penetrar con el objetivo de robar) a robar (y roban). Más bien, acumulen (amasen, reserven) para sí tesoros (depósito, riquezas) en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten (penetran) a robar (ni roban). Porque donde esté tu tesoro (depósito, riqueza), allí estará también tu corazón (pensamientos y sentimientos).


¿Qué dice aquí Jesús? ¿Por qué?


¿Qué pasa con las riquezas en la tierra?


¿Por qué debemos acumular riquezas en el cielo? ¿Qué son esas riquezas celestiales exactamente?


¿Significa esto que Jesús está en contra de que seamos ricos?


¿En qué radica el verdadero problema de las riquezas?

Paralelo: Lucas 11:34-36


»El ojo (la vista) es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara (una sola), todo tu ser (tu cuerpo entero, completo) disfrutará de la luz (estará lleno de luz). Pero si tu visión está nublada (es hiriente, llena de maldad), todo tu ser (tu cuerpo entero) estará en oscuridad. Si (por lo tanto) la luz que hay en ti es oscuridad (que es oscuridad en ti), ¡qué densa será esa oscuridad (¿qué tan grande serán las tinieblas?)!


¿Qué tiene el ojo como lámpara del cuerpo que ver con el acumular riquezas?


¿Qué pasa cuando nuestra vista es clara, una sola? ¿Qué significa que nuestro cuerpo esté lleno de luz? ¿Qué causa la luz?


¿Cómo más puede estar nuestra vista? ¿Qué pasa cuando nuestra vista es hiriente, llena de maldad? ¿Qué significa que nuestra luz sea tinieblas?


»Nadie puede (es capaz de) servir (ser un esclavo de) a dos señores (autoridades supremas), pues menospreciará (detestará, amará menos) a uno y amará (ágape) al otro, o querrá (se apegará) mucho a uno y despreciará (desestimar, pensar en contra) al otro. No se puede (es posible) servir (ser esclavo de) a la vez a Dios y a las riquezas (aram. mamonas: riquezas, avaricia).


¿Qué relación tiene esta parte con lo anterior sobre la luz y sobre las riquezas?


¿Quiénes son los dos señores? ¿Por qué no podemos servir a dos señores al tiempo?


¿Por qué menciona Jesús a las riquezas en el mismo nivel con Dios? ¿Qué pasa cuando las riquezas son demasiado importantes?

Paralelo: Lucas 12:22-31


»Por eso les digo: No se preocupen por su vida (no estén ansiosos en su espíritu (psique, alma), (con respecto a) qué comerán [o beberán]; ni (siquiera) por su cuerpo, (concerniente a) cómo se (qué) vestirán. ¿No tiene la vida (el alma) más valor (en cantidad y calidad) que la comida (el alimento, la ración o sueldo), y el cuerpo más que la ropa? Fíjense (observen) en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el (vuestro, su) Padre celestial las alimenta (engorda). ¿No valen (son) ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe (estando ansioso), puede (es capaz de) añadir (anexar) una sola hora (un codo: 45 cm) al curso de su vida (estatura, madurez de edad o estatura)?


¿Qué nos dice entonces Jesús? ¿Por qué no debemos estar ansiosos por alimento y vestido? ¿Por qué el alma es más importante que esto?


¿Cómo viven las aves? ¿Alguna vez les falta algo o las vemos pidiendo limosna? ¿Por qué no?

¿Trabajan las aves para poder sobrevivir? ¿Quién cuida de ellas?


¿Cuál es nuestro valor ante Dios comparado con las aves?


¿Hay algo que podamos hacer para ser más altos o más maduros, viejos? ¿Cuál es la enseñanza acá? ¿Qué debemos hacer?

»¿Y por qué se preocupan (estar ansiosos) por la ropa? Observen (Consideren: aprendan concienzudamente, pongan mucho cuidado) cómo crecen los lirios del campo. No trabajan (duro; sienten fatiga) ni hilan [un original previo describe este proceso: no cardan, ni hilan, ni trabajan duro]; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor (toda su gloria), se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe (incrédulos, faltos de confianza (en Cristo))? Así que no se preocupen (estén ansiosos por) diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Porque los paganos (Gentiles, extranjeros, no-judíos) andan tras (buscar con desespero, ansiar con intensidad) todas estas cosas, y el (su) Padre celestial sabe (ve) que ustedes las (cada una de ellas, todo eso) necesitan (tener necesidad de, desear algo). Más bien, busquen primeramente el reino (reinado, realeza) de Dios y su justicia (equidad, justificación), y todas (el completo de) estas cosas les serán añadidas (puestas aparte, agregadas, anexadas). Por lo tanto, no se angustien (no estén ansiosos) por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes (preocupaciones, ansiedades). (Ya es suficiente con que) Cada día tiene ya sus problemas (maldad, depravación).


¿Qué debemos considerar sobre los lirios del campo? ¿Trabajan ellos para vestirse? ¿Con quién compara Jesús la vestimenta de las flores? ¿Por qué? ¿Cuál es la enseñanza ahí?


¿Qué dice Jesús que Dios Padre hace por nosotros en comparación con las flores? ¿Por qué nos llama incrédulos, de poca fe?


¿Cuáles son las preocupaciones típicas que Jesús menciona? Necesidades básicas. ¿Qué otras preocupaciones pueden ser parte de nuestra vida? ¿Qué dice Jesús con respecto a esas preocupaciones? ¿Quiénes son los que viven deseando esas cosas?


¿Qué sabe o ve nuestro Padre celestial? ¿Qué dice eso de él y que debe causar en nosotros?


¿Qué dice Jesús que hagamos en vez de estar ansiosos? ¿Qué debe ser nuestra prioridad? ¿Qué es el reino de Dios y su justicia? ¿Cómo lo buscamos?


¿Qué pasa cuando nuestra prioridad es la búsqueda del reino de Dios y la justicia del mismo? ¿Quién es entonces quién suple todas nuestras necesidades? ¿De qué manera?


¿Qué no debemos hacer entonces? ¿Por qué?