“Ciertamente,
la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de
dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, y de
articulaciones y médulas, y juzga los pensamientos y las intenciones del
corazón.”
Hebreos 4:12 (NVI)
Seguramente has querido estudiar la Biblia alguna vez,
pero ¿cómo hacerlo sin ser influenciados por lo que otras personas han dicho o
escrito ya? ¿Cómo estudiar la Biblia
sabiendo que lo que aprendes es palabra directa de Dios y no la reinterpretación
de alguien más?
Muchas veces cuando estudiamos la Biblia después de
llevar mucho tiempo dentro de un contexto cristiano, escuchando predicas y
enseñanzas de otros, leyendo libros sobre temas bíblicos, etc., nuestra mente
ya se ha acostumbrado a interpretar lo que dice en la Biblia de acuerdo a los
filtros e interpretaciones que hemos recibido de otros durante años. Eso, a primera
vista pareciera son ser tan malo, pues hace más fácil interpretar lo que dice, pero
hay un problema crítico… ¿quién me
asegura que esas interpretaciones son correctas, y que eso mismo es lo que Dios
me quiere decir a mí? ¿Cómo saber cuándo algo que dice en la Biblia es
conocimiento general y cuando se trata de algo que Dios me está diciendo
personalmente? ¿Cómo saber si lo que dice aplica para mí o solo es parte del proceso
que Dios llevó con su pueblo para lograr la salvación? ¿Debo tomar todo lo que
dice en la Biblia literalmente o hay cosas que son simbólicas? ¿Y qué del Nuevo
y del Antiguo Testamento? ¿Cuál aplica para mí? ¿Puedo realmente aprender e
interpretar la Biblia por mí mismo o requiero de estudios especializados para
ello y de algún experto en Biblia para poder entender?
Antes de responder esas preguntas es
importante tener en cuenta varias consideraciones al respecto:
1. Durante la última cena, Jesús le dejo claro a sus discípulos que
Él mismo, a través de Su Espíritu Santo, les enseñaría todo lo que tienen que
saber, sin que sean necesarios maestros – Juan 14:26, 16:13-15, Hebreos
8:10-12. Esto significa que nuestro aprendizaje principal no debe venir de
libros, predicaciones, interpretaciones y explicaciones de otros, sino de lo
que directamente nos va hablando el Espíritu Santo a nuestra situación
personal.
Dios mismo conoce nuestra situación
personal y lo que estamos pasando. Él nos hablará directamente a través de su
Espíritu y de acuerdo a nuestra situación específica. Pero ojo, lo que Dios nos habla a nosotros de manera personal, no
necesariamente es regla para todos.
Si Cristo es la cabeza del Cuerpo y nosotros somos parte de ese Cuerpo,
¿de dónde vienen nuestras órdenes? ¡De Cristo directamente! Es a través de la
relación directa, íntima y personal con Él que aprendemos directamente de Él.
¡Sin esa relación somos presa fácil de los engaños de Satanás!
2. Las enseñanzas del Antiguo Testamento son valiosas para nuestra fe, pero
no aplican para la generación del Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento es la compilación de
libros judíos relacionados con el Antiguo Pacto, en el cual Dios le promete a
Adán, Noé, Abraham, Isaac y muchos más, que enviaría un Mesías, quien liberaría
a su pueblo de sus pecados. Dicho pacto se cumple al momento de la muerte de
Jesús. Jesús mismo le dejo claro a los religiosos de su tiempo que no venía a
abolir (eliminar) dicho pacto, sino a cumplirlo, y eso hizo en la cruz – ‘consumado
es’.
Este pacto del Antiguo Testamento ya
no es vigente para quienes creemos en él como el Mesías y Salvador, ni para
quienes somos considerados ‘gentiles’ (no judíos). Para los judíos que no han
reconocido a Cristo como Salvador, este pacto sigue vigente hasta que ocurra la
profecía en la cual Jesús se revela a ellos antes del fin de los tiempos.
Antes de morir, durante la Última
Cena, Jesús establece un Nuevo Pacto con sus discípulos, el cual está contenido
en el Nuevo Testamento. Este pacto no se ha cumplido. Su culminación y
cumplimiento serán al momento de las Bodas de Cordero. El símbolo principal de
este pacto es la celebración de la Cena del Señor hasta que Cristo ‘la tome con
nosotros en las Bodas’.
Por lo tanto, para nosotros aplican las enseñanzas del Nuevo Testamento
dejadas por Jesús y sus discípulos. Pablo mismo insta a las iglesias de su
tiempo a permanecer en las enseñanzas y tradiciones de Jesús y sus apóstoles.
¿Significa esto entonces que el Antiguo Testamento no tiene valor alguno para el Cristiano de hoy? ¡No! Para nada. La diferencia esta en que no es ley sino ejemplo. Pablo menciona que las enseñanzas e historias del Antiguo Testamento son una "sombra" de lo que vendria, de lo que es real. Por lo tanto es importante estudiar el AT, pero siempre enfocados en su aplicación dentro del contexto del Nuevo Pacto y la interpretación hecha por Cristo y los apóstoles de ello.
¿Significa esto entonces que el Antiguo Testamento no tiene valor alguno para el Cristiano de hoy? ¡No! Para nada. La diferencia esta en que no es ley sino ejemplo. Pablo menciona que las enseñanzas e historias del Antiguo Testamento son una "sombra" de lo que vendria, de lo que es real. Por lo tanto es importante estudiar el AT, pero siempre enfocados en su aplicación dentro del contexto del Nuevo Pacto y la interpretación hecha por Cristo y los apóstoles de ello.
3.
La Biblia se divide cronológicamente
en más de dos partes: Antes de la caída de Adán, después de la caída y hasta la
muerte de Cristo, después de la muerte y resurrección de Cristo hasta el
juicio, después del juicio. Esto significa que el estudiar cada parte de la Biblia debemos
considerar su contexto general en el tiempo, así como su contexto histórico,
cultural y del momento en que sucede. Debemos considerar también la audiencia a
quien va dirigido, para saber si aplica para nosotros o no.
4.
La Biblia es una composición de
libros, poemas y cartas que originalmente no fueron divididos en capítulos y
versículos. Al
tener esto en cuenta evitamos sacar de contexto partes de la Escritura.
Cualquier versículo que usemos e interpretemos debe permanecer enmarcado en su
contexto del capítulo y más aún del libro entero.
5.
Ten a mano un diccionario bíblico,
una concordancia y otras herramientas que te permitan entender los textos
originales, sin necesidad de saber el idioma.
Con estas consideraciones básicas en
cuenta, te animo a comenzar estudiando
la Biblia con el libro de Juan en el Nuevo Testamento. ¿Por qué Juan? Juan
fue el discípulo más cercano a Cristo, quién conoció más de cerca su corazón.
Iniciar con Juan nos ayuda a entender, establecer y afianzar nuestra relación
con Cristo, antes de meternos a estudiar sus enseñanzas y el contexto pasado de
la Biblia (el Antiguo Testamento).
A partir del próximo Blog estaré
iniciando una seria de estudios bíblicos, comenzando con Juan y el Nuevo
Testamento, apoyado en preguntas claves, que nos pueden ayudar a entender mejor
la Biblia y a estudiarla de manera más personal.